Tendida en la madrugada,
la firme guitarra espera:
voz de profunda madera
desesperada.
A veces esperando las oportunidades,
no se ven y se tira todo a la marchanta
y vos tan orgullosa que nunca me avisaste
que también fuiste mía aquel verano.
Mirando las golondrinas en el cielo,
no se ven otras golondrinas al alcance de la mano
es cuando la estupidez gana por afano
a la suerte que nunca llega si la estamos esperando.
¿Cómo? ,¿cuándo? y ¿Por qué?
son demasiadas preguntas para hacerle al destino
a veces estamos finos y otras veces nada que ver
pues hay que caminar antes de empezar a correr.
La culpa es un invento muy poco generoso,
y el tiempo tremendo invento sabandija,
será que será suficiente con que uno elija,
porque si no la buena fortuna pasa de largo.
Y vos tan orgullosa que nunca me avisaste
que tal vez, fuiste mía un verano...