lunes, 31 de octubre de 2011
No le consientas tanto, que acostumbras...
No le consientas tanto, que acostumbras
mal a mi corazón. Exige, hiere.
Niégale a mi pregunta lo que inquiere,
si pide luz, mantenla en las penumbras
del amor. Cuanto más lo alzas y encumbras
más insaciable está. Mi amor prefiere
luchar por la respuesta, y que él espere
impaciente la luz con que me alumbras.
No le perdones nada a mi descuido
que me duele ser siempre la deudora
de tanto amor, y tal renunciamiento.
Dame que perdonar. Yo te lo pido.
Hiere mi corazón, hiérele ahora
para que perdonando esté contento.
Pilar Paz Pasamar.
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4 comentarios:
Muchas veces me he encontrado pensando que el amor es como un juego, un reto... y que cuando no nos hace estar al filo, aburre...
No se, me gusta mucho como lo pide en el poema. Como siempre, consigues hacerme feliz con las palabras Sid.
Un gran abrazo!
Mar.
Exactamente Mar, el amor es así, que sin emociones pues simplemente se vuelve monótono, a veces nos toca sufrir para amar más, contradictorio pero cierto.
Sid y sus grandes letras... Te haces extrañar de verdad.
Sin embargo, el amor necesita de una cierta monotomía, que la haga reaccionar, el asunto esta en que si aquellas personas aun se quieren lo suficiente para esa reacción.
Ambas tienen mucha razón.
Un abrazo Mar y a ti también mi querida coffee girl.
Hola Sid,
aquí ando, leyendo tus últimos posts y poniéndome un poco al día con tus blogs... Geniales posts, como siempre...
Un saludo!
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