Cientos de personas caminando, apurados,
deseosos de llegar a ninguna parte
y tú no estás.
Calles frías, oscuras y ocupadas
carros avanzando en medio del caos,
y tú no estás.
Planetas y sistemas girando como un reloj
esperando un momento que nunca llega
y tampoco estás allí.
¿Qué ha pasado con esos días,
en que nos parecía soñar
aquellos cortos encuentros ajenos?
¿Dónde acabaron las sonrisas y miradas
que evidencian la cercanía y el deseo?
¿Para qué nos despertamos de esos sueños?
si la realidad no es nuestra
ni nuestros deseos ni emociones...
son solo flores que el frío mata.
J. James
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