lunes, 8 de junio de 2009
La gira de Dios
Era la primera vez que Dios llegaba a Natales. Actuaría en el gimnasio local. Todo el mundo revolucionado con la llegada de Dios. La verdad que si me dieran a elegir, preferiría ir a ver a Ringo Bonavena. Gente que llega al almacén me preguntan si voy a ir a ver a Dios. Les digo que no puedo. Que debo mantener el negocio abierto. Que debo pagar algunas cuentas. Me dicen que todo el mundo va a ir. Que nadie vendrá a comprar al almacén, que el pueblo estará en el gimnasio local. No importa, les digo, alguien puede venir. La cita era a las nueve de la noche.
Grande fue mi sorpresa cuando un cuarto de hora antes de las nueve, entra Dios al almacén. Inmediatamente lo reconocí. Lo atendí como a cualquier otro cliente. Pidió cigarrillos, vino, pan, medio kilo de tomates y agua mineral. Mientras lo atendía me comentó que él también tenía un almacén. Un poco más grande que el mío. Que la crisis también lo había afectado. Que cada vez menos gente llegaba a su almacén. La verdad que fue muy amable. No el tipo osco, déspota y lejano como comentaban por ahí. Pienso que tuve suerte de no ir.
http://inmaculadadecepcion.blogspot.com/
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4 comentarios:
Gracias Sid. Un abrazo.
hugo vera miranda
Pues si, tenemos suerte de no haber ido al gimnasio...
Brindo con un tequila (contigo), por este descubrimiento de blog.
Un beso,
El Mar.
Salud se ha dicho, pero que sea un tequila doble, con su pólvora, para que pique.
Saludos a ustedes.
Eeeese es el propio!!!
Salud!
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