martes, 1 de septiembre de 2009

Silvio Rodriguez - Mujeres



Me estremeció la mujer
que empinaba a sus hijos
hacia la estrella de aquella
otra madre mayor
y como los recogía
del polvo teñido
para enterrarlos debajo
de su corazón.

Me estremeció la mujer
del poeta, el caudillo
siempre a la sombra y llenando
un espacio vital.
Me estremeció la mujer
que incendiaba los trillos
de la melena invencible de aquel alemán.

Me estremeció la muchacha
hija de aquel feroz continente
que se marchó de su casa
para otra, de toda la gente.
Me han estremecido
un montón de mujeres
mujeres de fuego,
mujeres de nieve.

Pero lo que me ha estremecido
hasta perder casi el sentido
lo que a mi más me ha estremecido
son tus ojitos, mi hija,
son tus ojitos divinos.

Me estremeció la mujer
que parió once hijos
en el tiempo de la harina
y un kilo de pan
y los miró endurecerse
mascando carijos.
Me estremeció porque era
mi abuela, además.

Me estremecieron mujeres
que la historia anotó entre laureles
y otras desconocidas, gigantes
que no hay libro que las aguante.

Me han estremecido
un montón de mujeres
mujeres de fuego,
mujeres de nieve.

Pero lo que me ha estremecido
hasta perder casi el sentido
lo que a mi más me ha estremecido
son tus ojitos, mi hija,
son tus ojitos divinos.

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