lunes, 8 de agosto de 2011

Bahía



¿Cómo comer sin ti, sin la piadosa
costumbre de tus alas
que refrescan el aire y renuevan la luz?
Sin ti, ni el pan ni el vino,
ni la vida, ni el hambre, ni el jugoso
color de la mañana
tienen ningún sentido ni para nada sirven.

Allá fuera está el mar,
allá fuera, en el mundo, estás tú.
Comiendo tú sin mí:
tu hambre, tu pan, tu vino y tu mañana.

Yo aquí, ante los manteles opacos
y la bebida amarga,
ante platos sin sabor ni colores.
Lo intento, sí, lo intento, pero cómo
comer sin ti, ni para qué...
Tú te has llevado tu olor a bosque
y el gusto de la vida.
Fuera están mar y aire.
Dentro, yo solo frente a la mesa puesta
que ha perdido su voz y su alegría.




Antonio Gala.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Hay veces que uno lee algo, y no se, como que no te llega.
Y hay otras veces que lees algo, y se te pone la piel de gallina, y lo entiendes tan a la perfección que sientes que lo han escrito para ti o por ti.
Eso, es lo que me ha pasado hoy.
No se si por lo que siento lo encuentro tan tragicamente precioso...
Ok, que me enrrollo sola, jajaja. Lo siento "mala junta" jijiji. Besitos.
Mar.

Gamiel dijo...

está genialmete alucinate!

V de Tierra dijo...

Se entiende que hay falta de apetito, desgana, añoranza...pero poquito a poquito uno vuelve a encontrar el apetito.

Cinthya Castillo dijo...

La soledad a veces se vuelve lo peor y a veces al comer es cuando más se recuerda...

Abrazo Sid!.... espero que te encuentres bien.

Jessica Cordero dijo...

Me gusta lo que has hecho de este blog, seguiré volviendo..
Que la poesía sea contigo siempre :)

Sid dijo...

Gracias por pasar por aqui, les agradezco mucho los comentarios.
Vengan cuando quieran. :)

Incluidos los "mala junta" jejeje.