domingo, 4 de octubre de 2009
Gitanjali 74
Ha muerto el día, y la sombra anega la tierra.
Voy al río, que ya es la hora, a llenar mi jarra.
El aire oscuro está afanoso
con la música triste del agua,
que me está diciendo que vaya,
en el crepúsculo.
Nadie pasa por el callejón solitario.
Se levanta el viento,
y las olas tiemblan
y se encabritan en el río.
No sé si volveré.
No sé con quién me voy a encontrar.
En el vado, el hombre desconocido toca, en su barquilla, su laúd.
Rabindranath Tagore.
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