Como sobre una tapia se adormece una rosa
yo quisiera tu grave cabecita en mi hombro,
espontánea, caída, comprensiva, mimosa,
sin un soplo de miedo, ni una brizna de asombro.
Y contemplarte luego a la luz de una estrella
interminablemente de la frente a la boca,
como contempla el agua, inclinada sobre ella,
la frente taciturna y eterna de una roca.
Baldomero Fernández.
4 comentarios:
mmmm... que imagen mas bonita.... me encanta la poesia, como transmite! pero aja, y pa cuando la tuya?.
Un besote.
Este Mar...
Yo kisiera una hombro para poner en estos dias mi grave, muy grave cabecita.
Hola Mar, los mios?, alguna vez ya los puse, pero creo que a mi las palabras no me alcanzan para explicar las cosas que vivo, siento, que quiero expresar, por eso puse este blog. Pero buscare palabras, lo prometo.
Cafeinomana. No me gusta esa tu grave cabecita, temo preguntar, pero nuestros hombros siempre estaran ahi, para que dispongas, aunque sea de lejos.
Un abrazo y un alivio para tu cabecita.
Hermosa!
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