sábado, 21 de junio de 2008

Precauciones de última hora

Debo cuidarme de los gusanos
cuando me entierren
lo más seguro
es que hablen mal de mí
que escupan sobre mis poemas
y orinen las flores frescas
que adornarán mi tumba
llegado sea el caso
que hasta devoren mis huesos
me arranquen los intestinos
o en el colmo de la injusticia
se roben mi diente de oro
y todo esto porque en vida
jamás escribí sobre ellos.

Mario Melendez

2 comentarios:

Causita dijo...

eso es lo odio, los malditos gusanos comeran mi cuerpo cuando muera, eso detesto.

Sid dijo...

Y para que no se salgan con la suya aquellos indeseables, surgió la posibilidad de la cremación.
:)