Debo cuidarme de los gusanos
cuando me entierren
lo más seguro
es que hablen mal de mí
que escupan sobre mis poemas
y orinen las flores frescas
que adornarán mi tumba
llegado sea el caso
que hasta devoren mis huesos
me arranquen los intestinos
o en el colmo de la injusticia
se roben mi diente de oro
y todo esto porque en vida
jamás escribí sobre ellos.
Mario Melendez
2 comentarios:
eso es lo odio, los malditos gusanos comeran mi cuerpo cuando muera, eso detesto.
Y para que no se salgan con la suya aquellos indeseables, surgió la posibilidad de la cremación.
:)
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