El cielo y el infierno no es nuestro lugar.
No pertenecemos a esos lujuriosos estamentos inaccesibles.
Navegamos a la deriva en esta bolita azul
a una velocidad inimaginable.
Es tanto el desamparo
que tratas a asirte al madero salvador
que siempre estará distante de tu costa.
Nos juntamos para estar acompañados por nadie.
Celebramos los bautizos. Y otras comedias humanas.
Y siempre volvemos a casa agotados y solos.
Dormimos en el más completo desamparo.
A merced de un par de sueños en donde somos lo que somos.
Un completo fracaso del Universo.
Aún así, a pesar de todo,
cantamos, brindamos con nuestros amigos,
vemos crecer a nuestros hijos
y conquistamos la pared más alta.
Eso es bueno.
Eso nos salva y es suficiente.
Podemos decir que hemos vivido
y que el cielo y el infierno no es nuestro lugar.
http://inmaculadadecepcion.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario