lunes, 30 de noviembre de 2009

Resplandor ultimo



La luz final hará
ganado lo perdido.

La luz que va guardando
las ruinas del olvido.

La luz con su rebaño
de mármol abatido.

Gabriel Zaid.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Amada, el aura dice...



Amada, el aura dice
tu pura veste blanca...
No te verán mis ojos;
¡mi corazón te aguarda!

El viento me ha traído
tu nombre en la mañana;
el eco de tus pasos
repite la montaña...
no te verán mis ojos;
¡mi corazón te aguarda!

En las sombrías torres
repican las campanas...
No te verán mis ojos;
¡m corazón te aguarda!

Los golpes del martillo
dicen la negra caja;
y el sitio de la fosa,
los golpes de la azada...
No te verán mis ojos;
¡Mi corazón te aguarda!

Antonio Machado

jueves, 19 de noviembre de 2009

Para un niño enfermo



En la casa paterna
tú rondabas silencioso
como un gato.

Sabías el nombre, pero
no la realidad del dolor.
Separado de tus compañeros
en tus mejillas afiladas
palidecían las rosas.

Nacido de mi alma,
flor de la vida,
niño amigo.
Es tuya esta última
lágrima mía
que no puedes ver.

Umberto Saba

viernes, 13 de noviembre de 2009

Deshojación sagrada



Luna! Corona de una testa inmensa,
que te vas deshojando en sombras gualdas!
Roja corona de un Jesús que piensa
trágicamente dulce de esmeraldas!

Luna! Alocado corazón celeste
¿por qué bogas así, dentro la copa
llena de vino azul, hacia el oeste,
cual derrotada y dolorida popa?

Luna! Y a fuerza de volar en vano,
te holocaustas en ópalos dispersos:
tú eres talvez mi corazón gitano
que vaga en el azul llorando versos!...

Cesar Vallejo

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Espera



Te esperé con la sangre detenida
sobre el silencio en ascuas de tu ausencia.
Te esperé soportando la existencia
como un lebrel al pie de tu partida.

Te esperé casi al borde de la herida
y a dos pasos no más de la demencia.
Te esperé en la angustiosa transparencia
de aquella noche en el reloj vencida.

Pero qué inútil la mortal espera:
Sin pensarlo cité la primavera
cuando el invierno helaba mis rosales.

Y hoy que casi olvidaba tu presencia,
me estoy enamorando de tu ausencia
a través de mis propios madrigales.

Jorge Robledo Ortiz

lunes, 9 de noviembre de 2009

Epigrama con muro



Entre tú y yo/mengana mía/ se levantaba
un muro de Berlín hecho de horas desiertas
añoranzas fugaces.

Tú no podías verme porque montaban guardia
los rencores ajenos
yo no podía verte porque me encandilaba
el sol de tus augurios.

Y no obstante solía preguntarme
cómo serías en tu espera
si abrirías por ejemplo los brazos
para abrazar mi ausencia.

Pero el muro cayó
se fue cayendo
nadie supo que hacer con los malentendidos
hubo quien los juntó como reliquias.

Y de pronto una tarde
te vi emerger por un hueco de niebla
y pasar a mi lado sin llamarme.

Ni tocarme ni verme
y correr al encuentro de otro rostro
rebosante de calma cotidiana.

Otro rostro que tal vez ignoraba
que entre tú y yo existía
había existido
un muro de Berlín que al separarnos
desesperadamente nos juntaba
ese muro que ahora es sólo escombros
más escombros y olvido.

Mario Benedetti.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Claude Lévi-Strauss



"Al conocimiento del pasado le atribuimos la capacidad de permitirnos comprender el presente y ese presente nos sirve para hacer previsiones sobre el futuro".

Claude Lévi-Strauss.

Feliz viaje Claude.

martes, 3 de noviembre de 2009

El pasadizo de las sombras



Descansaré,
entre las ramas de un Otoño que recita imposibles,
me inquietaré,
hasta verte llegar desde esos confines
contándonos,
relatos,
desde esa brújula inmortal y no den liebre por gato.

Daniel F.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Efimeras



Idos, dulces ruiseñores.
Quedó la selva callada,
y a su ventana, entre flores,
no sale mi enamorada.

Notas, salid de puntillas;
está la niñita enferma...
Mientras duerme en mis rodillas,
dejad, ¡oh notas!, que duerma.

Luna, que en marco de plata
su rostro copiabas antes,
si hoy tu cristal lo retrata
sacas, luna, la espantes.

Al pie de su lecho queda
y aguarda a que buena esté,
coqueto escarpín de seda
que oprimes su blanco pie.

Guarda tu perfume, rosa,
guarda tus rayos, lucero,
para decir a mi hermosa,
cuando sane que la quiero.

Manuel Gutiérrez Nájera