En la noche fatigada,
déjame entregarme sin lucha al sueño,
con mi confianza en ti.
¡No consientas que fuerce mi espíritu flojo
a una pobre preparación para adorarte!
¿Acaso no eres tú quien corre el velo de la noche
sobre los ojos rendidos del día,
para renovar su sentido
con la refrescada alegría del despertar?
Rabindranath Tagore
No hay comentarios:
Publicar un comentario