y déjame sentarme a tu lado,
que luego terminaré lo que estoy haciendo.
Mi corazón, si no te ve, no tiene sosiego,
y mi trabajo es como un afán infinito
en un fatigoso mar sin playas.
El verano ha venido hoy a mi ventana,
zumbando y suspirando, y han venido las abejas,
trovadores en la corte del bosque florecido.
Es el tiempo de sentarse quieto frente a ti,
el tiempo de cantarte, en un ocio mudo y rebosante,
la ofrenda de mi vida.
Rabindranath Tagore

No hay comentarios:
Publicar un comentario